miércoles, 28 de noviembre de 2012

El cuásar más brillante



Recientemente se ha descubierto el cuásar más brillante encontrado hasta la fecha. El equipo responsable del hallazgo es un grupo de astrónomos del  Observatorio Sur Europeo en Chile. Gracias al Very Large Telescope (VLT) han podido encontrar a SDSSJ1106+1939, que supera en cinco veces el brillo los cuásares más brillantes conocidos hasta el día de hoy.
Los cuásares son los objetos más brillantes del universo observable. Técnicamente hablando son procesos altamente energéticos que liberan grandes cantidades de radiación en forma de luz visible, rayos gamma, rayos ultravioleta y rayos X. Estos fenómenos se producen en el centro de las galaxias más antiguas y distantes del cosmos.
Sin embargo, para entender el comportamiento de estos fenómenos es necesario aclarar algunos conceptos relativos al funcionamiento de los agujeros negros. Los cuásares se encuentran en el centro de las galaxias porque son las zonas más densas del grupo de estrellas al que pertenecen y por extensión donde más energía se acumula. Para que las galaxias mantengan su forma y consigan mantener todas sus estrellas unidas, necesitan un motor que las aglutine a lo largo de los varios años luz que ocupan. Esta función la cumplen los agujeros negros supermasivos, resultado del colapso de cuerpos muy pesados y que con el tiempo acabaron fusionándose creando dicho cuerpo celeste. El agujero negro tiende a atraer toda la galaxia hacía su interior, por eso las galaxias tienen esa forma tan característica en espiral. El centro es la parte donde la mayoría de las estrellas se agrupan camino a encontrarse con el agujero negro. A medida que la materia se acerca al punto de no retorno que rodea el astro esta se despedaza a causa de las mareas de gravedad que provienen de él y se convierten en una masa de escombros, polvo y gas. El grupo de residuos gana más velocidad a medida que se acerca al agujero negro, y empieza a girar alrededor de él formando un disco muy caliente, donde las altas temperaturas a las que se somete la materia la vuelven radiactiva y la hacen emitir ondas de diferentes frecuencias como las mencionadas anteriormente. Este fenómeno cerca del horizonte de sucesos del agujero negro se llama disco de acreción, y como su nombre indica sirve para añadir materia al cuerpo celeste. El problema viene cuando una cantidad importante de materia, en los casos más leves se trata de 10 masas solares al año, intenta entrar de golpe en el agujero negro. En el caso de SDSS J1106+1939, el ritmo de absorción es mucho mayor que el de los cuásares más brillantes, que necesitan 1.000 masas solares por año.  La materia supercalentada del disco de acreción no puede entrar en un sitio tan pequeño en un espacio de tiempo tan corto, de modo que sale disparada por los polos del astro en forma de chorros de energía. Sería como intentar hacer que mucha gente entrase a la vez por una única puerta. Los jets de energía que emanan del núcleo de la galaxia son la principal característica del cuásar. Al ser materia con tanta energía los cuásares pueden ser visibles desde distancias muy lejanas si las eyecciones de materia apuntan directamente a la Tierra.
La razón por la que estos fenómenos se dan en galaxias tan distantes radica en que se crearon en etapas muy tempranas del universo. Cuanto más atrás se viaja en el tiempo en otras palabras, cuanto más lejos se mira, el cosmos es más pequeño y más denso haciendo más propicio el contexto que necesitan los cuásares para existir. El cuásar más lejano que se conoce está a 13.000 millones de años luz de nuestro planeta. Casi al principio del tiempo. Este hecho significa que los cuásares que se ven desde la Tierra probablemente no existan en la actualidad, y que sean sólo un reflejo de la luz que emitieron hace eones y que ha llegado hace no mucho.