Recientemente se ha descubierto el cuásar más brillante
encontrado hasta la fecha. El equipo responsable del hallazgo es un grupo de
astrónomos del Observatorio Sur Europeo en
Chile. Gracias al Very Large Telescope (VLT) han podido encontrar a SDSSJ1106+1939, que supera en cinco veces el brillo los cuásares más brillantes conocidos
hasta el día de hoy.
Los cuásares son los objetos más brillantes del universo
observable. Técnicamente hablando son procesos altamente energéticos que
liberan grandes cantidades de radiación en forma de luz visible, rayos gamma,
rayos ultravioleta y rayos X. Estos fenómenos se producen en el centro de las
galaxias más antiguas y distantes del cosmos.
Sin embargo, para entender el comportamiento de estos
fenómenos es necesario aclarar algunos conceptos relativos al funcionamiento de
los agujeros negros. Los cuásares se encuentran en el centro de las galaxias
porque son las zonas más densas del grupo de estrellas al que pertenecen y por
extensión donde más energía se acumula. Para que las galaxias mantengan su
forma y consigan mantener todas sus estrellas unidas, necesitan un motor que las
aglutine a lo largo de los varios años luz que ocupan. Esta función la cumplen
los agujeros negros supermasivos, resultado del colapso de cuerpos muy pesados
y que con el tiempo acabaron fusionándose creando dicho cuerpo celeste. El
agujero negro tiende a atraer toda la galaxia hacía su interior, por eso las
galaxias tienen esa forma tan característica en espiral. El centro es la parte
donde la mayoría de las estrellas se agrupan camino a encontrarse con el
agujero negro. A medida que la materia se acerca al punto de no retorno que
rodea el astro esta se despedaza a causa de las mareas de gravedad que provienen
de él y se convierten en una masa de escombros, polvo y gas. El grupo de
residuos gana más velocidad a medida que se acerca al agujero negro, y empieza
a girar alrededor de él formando un disco muy caliente, donde las altas
temperaturas a las que se somete la materia la vuelven radiactiva y la hacen
emitir ondas de diferentes frecuencias como las mencionadas anteriormente. Este
fenómeno cerca del horizonte de sucesos del agujero negro se llama disco de acreción, y como su nombre indica sirve para añadir materia al cuerpo celeste.
El problema viene cuando una cantidad importante de materia, en los casos más
leves se trata de 10 masas solares al año, intenta entrar de golpe en el
agujero negro. En el caso de SDSS J1106+1939, el ritmo de absorción es mucho
mayor que el de los cuásares más brillantes, que necesitan 1.000 masas solares
por año. La materia supercalentada del
disco de acreción no puede entrar en un sitio tan pequeño en un espacio de
tiempo tan corto, de modo que sale disparada por los polos del astro en forma
de chorros de energía. Sería como intentar hacer que mucha gente entrase a la
vez por una única puerta. Los jets de energía que emanan del núcleo de la
galaxia son la principal característica del cuásar. Al ser materia con tanta
energía los cuásares pueden ser visibles desde distancias muy lejanas si las
eyecciones de materia apuntan directamente a la Tierra.
La razón por la que estos fenómenos se dan en galaxias tan
distantes radica en que se crearon en etapas muy tempranas del universo. Cuanto
más atrás se viaja en el tiempo en otras palabras, cuanto más lejos se mira, el
cosmos es más pequeño y más denso haciendo más propicio el contexto que
necesitan los cuásares para existir. El cuásar más lejano que se conoce está a
13.000 millones de años luz de nuestro planeta. Casi al principio del tiempo. Este
hecho significa que los cuásares que se ven desde la Tierra
probablemente no existan en la actualidad, y que sean sólo un reflejo de la luz
que emitieron hace eones y que ha llegado hace no mucho.